
Apasionado de su profesión y enamorado de su tierra natal que lo vio nacer el 16 de octubre de 1917, el licenciado Tiburcio Álvarez hacía un gran equipo de desazolve en los túneles de la ciudad con sus alumnos de servicio social, y cada fin de semana era común verlo con la muchachada estudiantil abriendo camino e ir descubriendo una de las maravillas del mundo con las que ahora se distingue la ciudad de Guanajuato como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Aunque su proyecto tuvo varias modificaciones por parte del arquitecto Tito Bargagli, quien seria un colaborador del entonces gobernador Juan José Torres Landa, el ingeniero BuchoÁlvarez jamás decayó en su intento de participar en el rescate de los túneles, donde sus opiniones como un gran profesionista para la ejecución de los trabajos finalmente siempre fueron razonadas, pese a que los especialistas y encargados de la obra diferían en sus conceptos.
Fue así que el 28 de septiembre de 1964 el ingeniero Tiburcio Álvarez Hernández encabezaba orgulloso y lleno de satisfacción la apertura de los túneles subterráneos. El esfuerzo que había realizado y el anhelo de dar tranquilidad a los guanajuatenses para que disfrutaran de un ambiente sano al transitar libremente por los túneles, para él compensaban toda la labor que había hecho.
Quedaban atrás los laboriosos y has sucios trabajos de desazolve, y sólo entonces don Buchodejó de hacer a su familia la pregunta recurrente durante todo ese tiempo –como recuerda su hija la química Dolores Elena Álvarez Gasca, La Gusa–: “¿No huelo a río?”, pues era tanta la fetidez que captaba en sus labores no obstante que utilizaba botas y ropa adecuada; por eso cuando llegaba a su casa su esposa María Elena Gasca Chávez ya le tenía dispuesto el baño.
Tan distinguido guanajuatense formó una apreciable familia con María Elena Gasca Chávez, con quien se casó el 7 de junio de 1952, procreando cuatro hijos: Dolores Elena, Federico, Beatriz y Armando, ahora destacados profesionistas que como su padre han emanado de las aulas de la colmena universitaria de manera muy brillante y siguiendo el ejemplo de donBucho, quien les inculcó valores e ideales y que ostentó los títulos de Ingeniero de Minas y Metalurgista, y Topógrafo Hidromensor.